El Aeropuerto de Castellón (IATA: CDT, ICAO: LECH), también conocido como Castellón-Costa de Azahar, es un aeropuerto situado cerca de Villanueva de Alcolea y Benlloch en la provincia de Castellón, España. Es administrado por la empresa pública Aerocas. Aunque fue inaugurado en marzo de 2011, no recibió todas las licencias para operar hasta diciembre de 2014, y hasta septiembre de 2015 careció de operaciones regulares y se convirtió en un símbolo internacional de la crisis española de 2008.
Actualmente, opera una pequeña cantidad de vuelos, con poco más de 300 pasajeros por día, los cuales se pueden distraer y disfrutar observando parte del arte de la provincia de Castellón.
Sala 30
La sala 30 situadas en la primera planta del aeropuerto, es la trigésima sala del museo Museu d’Art Contemporani Vicente Aguilera Cerni (Macvac), situado en el municipio de Vilafamés en el Palacio del Batlle de mediados del siglo XV, el cual solo con 29 salas. En este espació se muestran diferentes exposiciones como:
- Ànima Animal.
- CV-13 En ruta.
- Inquitant/e figura humana.
- Nunca los lejos estuvieron tan cerca.
- Cal·ligrafies convergents.
- IN/DISCIPLINA.
Actualmente, se está planteando su traslado a la planta baja del aeropuerto para aumentar el impacto de visitas de la sala 30.
Al vuelo
En el hall de entrada del aeropuerto se puede observar la obra de arte de la valenciana Fanny Galera. Representan los besos que hay en el aeropuerto entre la gente que llega y la gente que se va.
Los cuales están representados por tres figuras, que llevan con ellas unas redes, gracias a las cuales capturan los besos que se dan en las despedidas y en las llegadas en el aeropuerto.
«Totem», de Trashformaciones
En la entrada del aeropuerto encontramos la obra de los hermanos Montoya (Pablo y Blas). La cual es un Tótem de 4 metros realizado a partir de chatarra. Simboliza que se puede dar una segunda vida, como la que se le dio al aeropuerto de Castellón, creando una nueva imagen renovada y nueva.
El hombre avión
En la rotonda de acceso al aeropuerto encontramos su obra artística más reconocida y polémica, la escultura de Juan Ripollés, el cual fue presupuestado con 300.000 € y presento un sobre coste de 127.000 €, la cual representa un hombre que viaja gracias a los aviones.
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